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Pequeñas Joyas de Maquillaje que me Regaló Celia (Maran): L.S. Splash, Wet & Wild, Nabla, y Nars

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¡Hola, potingueras!

Ya ha pasado un mes desde que os enseñaba los regalos que me hizo Maran por mi cumpleaños, y tenía pendiente reseñaros la mayoría de los productos de maquillaje que conformaban ese paquete.

Sólo os había hablado de las sombras de Pierre René, que me fascinaron, pero el resto quedó en el aire.

Comenzaremos por los dos labiales, diferentes, y cada uno llamativo a su manera.


Por un lado, tenemos el Wet & Wild Megalast Lipstick Cherry Picking. Se trata de una barrita de labios de color rosa fuerte con un alto matiz fucsia, femenino, atrevido, y favorecedor.

En mis labios queda más claro de lo que esperaba, ya que, en casi todas las fotos que he visto de él, parece un rojo-fucsia (un Roxia, como dice Sara), pero, no sé por qué, a mí se me va al rosa y no al rojo.

Aún así, me parece un labial precioso. Es parecido en color al Hot Smokin' Pink de la misma marca, pero el Cherry Picking es bastante más intenso.

El acabado es cremoso, no mate. Podemos matizarlo un poco si besamos un pañuelo y pasamos una capita ligera de polvos traslúcidos por encima, pero mate no es.

 

Desliza bien, es cremoso, no se mueve por comisuras ni arruguillas, es confortable, y tiñe un poquito el labio. Esto hace que la duración sea mayor y que no haga efecto parcheado al irse difuminando el color. 


Transfiere al roce, así que cuidado de a quién besáis.


Por otro lado, tenemos el Catrina de L.A. Splash, un labial de secado en mate que fue pura tentación para las amantes de los labiales rarunos en cuanto llegó a España.

De base marrón chocolate y mate, lo que llama la atención es su reflejo verde metalizado. Es un labial duocromo muy particular.

Tiene una textura cremosa, fácil de aplicar, pero se seca muy rápido, así que hay que ser ágiles en este punto. A mí lo que más me cuesta es poder perfilar el labio con él, porque suelo recurrir a un pincelito biselado, y, al secarse en pocos segundos, no tengo apenas margen para esta tarea, pero todo es pillarle el punto.


Se nota bastante seco sobre el labio, me recuerda al Rooch de Colourpop en este sentido. Es incluso más incómodo que el de Colourpop, pero, si te apetece usar este color, es lo que hay (al menos, de momento)

Reseca el labio y, cuantas más capas apliquemos, más secará, y más desagradable será la experiencia. Además, la segunda capa hay que aplicarla a toques, y sobre el labial seco, porque, si no, se levanta la que ya había debajo.

 

Marca bastante los relieves del labio, no lo alisa. Al tener el reflejo metalizado, esto se camufla un poco.

No es pegajoso, y no transfiere, pero no permite una reaplicación fácil. A mí me aguanta horas, siempre que no toque algo graso, pero hay a quien le desaparece más pronto que tarde.  Eso sí, tiene un color muy especial.

 

Se va con bifásico, así que las comidas grasas son también su enemigo, como os decía antes.
Es muy llamativo, pero creo que es muy caro (14€) para el resultado que ofrece. La fórmula es mejorable.

Pasamos a un par de productos de Nabla que no os podéis perder. El primero es la sombra Citron, que tenía antojada desde que salió. Tiene un color latón dorado verdoso oliváceo precioso, y un acabado metálico muy intenso.

La pigmentación es impresionante. Cubre de una sola pasada, es muy uniforme, y el tacto es casi cremoso. Me parece de las mejores de la marca.
 

 

Me recuerda mucho a la sombra Telepathy de Colourpop, la única diferencia entre estas sombras, aparte de la textura, es que la de Colourpop es algo más clarita, y que tiene un reflejo más metálico aún si cabe.


El segundo producto de esta marca es el preciosísimo Iluminador Baby Glow de Nabla. Tiene una pigmentación espectacular, y un tacto muy cremoso. Yo la usaría hasta como sombra.

Difuminado, no es de los iluminadores más intensos y metálicos que tengo, sino que, pese a que deja un brillo no purpurinoso sobre la piel, es bastante fácil de mimetizar. Es discreto.

Su color es bastante especial. Parece un champán anaranjado sin difuminar, aunque ese matiz se pierde cuando lo extiendes, y sólo queda el doradito cálido de su base.


Lo encuentro ideal para pieles medias y morenas, pero, si eres blanquita, y tu piel es neutra o algo cetrina, también te quedará bien. Si es rosada, tendrás que difuminarlo bastante para que no haga contraste.


Los iluminadores de Nablame parecen unas opciones muy válidas para quienes queráis un iluminador que podaís integrar y quede natural en vuestros looks, pero también para quienes buscáis algo más intenso. Con difuminarlo menos, y aplicar un iluminador cremoso por debajo, solucionado.


Llegamos ya al final del post con Nars. Ambos productos estaban en mi Wishlist, y me quedé de piedra cuando mi amiga apareció con ellos.

La sombra Dual Intensity de Nars Pasiphae me sedujo desde el primer momento en que la ví. Es una sombra duocroma preciosa que combina una base marrón tostado anaranjado mate (a veces se ve más chocolate, a veces más anaranjada, depende de la piel), y un reflejo metalizado compuesto por micropartículas de brillo verde hierba o verde manzana precioso.

Lo más interesante, a mi modo de ver, de esta sombra, es que no es la típica duocroma que tiene dos bases diferenciadas en las que una desaparece para dar paso a a otra, sino que es como si las partículas verdes crearan un velo de efecto mojado metálico que deja traslucir ligeramente la base, creando puntos de luz con el movimiento del ojo. Mañana os la enseñaré en un look para que podáis entender esto mejor.

 

En teoría, puedes usarla húmeda o mojada, y su intensidad se aprecia diferente, pero yo he probado ambas opciones, y el incremento de intensidad apenas es perceptible sobre la piel. Brilla algo más, pero ya está.

Quizá, si te fijas mucho, te parecerán más intensos los pigmentos verdes, más "húmedos", más "glossy", pero porque sabes que está ahí, no porque se diferencie. Al menos, no sobre piel desnuda.Tal vez sobre bases de color pueda sacarle más matices, pero eso es cuestión de ir probando.
A mí, sin nada, ya me parece impresionante.

La pigmentación es muy buena, mejor con pincel que con el dedo. Tiene buena adherencia, los brillitos no migran, y no hace pliegues aún sin prebase. La cobertura es bastante alta, no he necesitados bases debajo cuando la he usado.

Os va a encantar si la probáis.


Finalmente, llegamos al Iluminador Hot Sand de Nars

Se trata de un producto fluido de color champán anaranjado, más tostadito que el Baby Glow que vimos antes.

Al extenderlo, se convierte en luz para tu piel, pudiendo dejar un efecto intenso si apenas lo difuminas, o muy natural si lo extiendes un poquito. Tiene ese deje de piel mojadita, tan fresco y lozano que buscamos muchas; sobre todo, si tenemos la piel apagada.

Se mimetiza con la piel muy bien, no se aprecian cortes de color ni aún siendo muy blanquita, no tiene purpurinas, sino que tiene un brillo satinado,y, lo mejor de todo, una vez se seca, se queda donde lo dejes. Esto lo hace especialmente práctico porque lo puedes aplicar encima de productos en polvo, y no te hace pasta, no mueve el maquillaje, y permanece ahí, imperturbable, hasta que te desmaquillas.




Es un producto de larga duración con muchísimo potencial, capaz de transformar un look en un momento. Yo, que no soy muy amiga de los iluminadores fluidos precisamente porque no me gusta que se muevan, ni que me muevan el maquillaje, estoy enamorada perdida de él.
Pedid una muestra, y probadlo, pero, si os engancha, yo no me hago responsable.

Es un producto caro, pero, teniendo en cuenta lo poco que necesitas de cada vez, se amortiza.


Mil gracias por todo, Celia. Son regalazos. Me encantan, les estoy dando mucho trote, y me tienen muy entretenida descubriendo nuevos usos. 

¿Qué os han parecido estos productos?¿Tenéis alguno de ellos?¿Algún consejillo sobre su uso?¿Qué os ha gusatdo más, potingueras?

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