Agosto se terminó, y con el, mis "vacaciones" con respecto al blog. Y lo escribo entre comillas porque, pese a que en cualquier otro momento el mantener una frecuencia de publicaciones, y estar visitando blogs, contestando comentarios, y subir, al menos, una foto al día a instagram, lo consideraría como tal, este año creo que me hubiera venido muy bien desconectar del todo, porque no todos los años necesitamos lo mismo.
De esto es de lo que os quiero hablar, de aprender a escucharse más una misma, también con respecto al blog y a nuestras costumbres, y de adaptar el ritmo a lo que realmente podemos ofrecer.
Este mes he tenido mucho tiempo para pensar, para ordenar ideas, que buena falta me hacía, y para sacar una serie de conclusiones que creo que pueden resultar interesantes para compartir.
Personalmente, no me puedo quejar de haber tenido un año "malo", pero sí que el 2016 me pareció la maldición de Sísifo, y aunque 2017 es bastante mejor, algunos golpes emocionales fuertes me he llevado. Sumando todo, necesitaba un descansito, aunque ni siquiera yo era capaz de verlo porque el cuerpo aguanta lo que le eches; te va dando pequeños avisos, hasta que te pega el susto, y no es conveniente llegar a eso.
Descansar es necesario, y debemos estar atentas a esa necesidad, a cómo y cuándo se presenta, y a cómo necesita ser gestionado, porque lo mismo necesitas aislarte de todo, que entrar en una vorágine creativa que te permita sacar todo lo que llevas dentro, y que el día a día hasta ese momento te había estado reprimiendo por el motivo que fuera (falta de tiempo, de luz, de material, de espacio, de lugar donde explorarlo, obligaciones laborales, etc)
En mi caso, este año, como me conozco, y eso de no veros cada dia se me iba a hacer extraño, programé agosto para no perder contacto con el blog y con vosotras, porque realmente lo hago porque me gusta, y porque encontrarme con vuestros comentarios y "charlar" un ratito con vosotras siempre es agradable. Gracias por estar ahí durante las vacaciones.
Sin embargo, quizá hubiera sido más inteligente por mi parte tomarme unos días de retirada total en esta ocasión. Nada como experimentar las cosas para detectar puntos a mejorar.
He descansado, a mi manera, y voy remontando, afortunadamente.
Sin embargo, el año pasado, sin ir más lejos, lo que más me apetecía era escribir y hacer looks, y fue lo que estuve haciendo. Este año ha sido lo contrario, el que viene no tengo ni idea de lo que traerá.
A veces hay que ir sobre la marcha, que es lo más inteligente y lo más sano en la mayoría de los casos, sin forzar la máquina.
A lo que quiero llegar es a que es muy importante parar de vez en cuando y preguntarte si estás haciendo lo que quieres hacer, y como quieres hacerlo; y no me refiero sólo al descanso, sino también a la actividad que desarrollas en tu blog.
A veces nos dejamos llevar por la rutina y por obligaciones autoimpuestas, aunque se trate de un hobby, como puede ser el publicar X días en semana, o hablar de ciertos temas, sacar productos que nos han llegado, cubrir secciones fijas, etc, y no nos damos cuenta de que nos estamos perdiendo a nosotras mismas, y al espíritu de nuestro blog, por el camino, priorizando intereses ajenos por delante de los nuestros, creyéndonos, que es lo más grave, que son los nuestros.
Transformamos algo que hacemos por puro placer en algo que se convierte en una obligación más, y nuestro tiempo de ocio merma, junto con nuestra calidad de vida.
Es fundamental recordar cuál es la esencia de tu blog, por qué comenzaste con esto, por qué continúas, y qué es lo que te mueve.
A mí me encanta el mundo de la belleza y el colorido: novedades, trucos, propuestas,...me parece super interesante, y la idea es compartir lo que yo pueda aportar, y aprender de lo que nos presentan las compañeras cada día. Esos contenidos se nutren de lo que tú sabes, de lo que descubres, de lo que compras, y de lo que recibes, ya sea por parte de marcas, o de amigos, o de familiares, o de otras blogueras, etc.
Está genial recibir productos de diferentes marcas, yo agradezco cada envío que me hacen, pero no hay que perder de vista esos otros post que definen la personalidad de tu blog.
Igualmente, hay blogs que no tienen colaboraciones, y sin embargo ofrecen un contenido estupendo.
También es importante saber que, si en algún momento del camino sientes que te pierdes, o que algo que te interesaba dejó de hacerlo, puedes reconducir la dinámica de tu espacio, que no eres esclavo de tus contenidos, ni de tu frecuencia de publicación, ni siquiera de lo que te pareció X cosa hace 4 años, porque tú has cambiado en esos 4 años, las circunstancias, los productos, ¡hasta las tiendas que hay en tu calle lo han hecho! El blog, si está vivo, es un ser cambiante, fluctúa, hay que adaptarse a lo que va surgiendo. No está hecho. Lo que hiciste el año pasado no determina lo que vayas a hacer éste. Eso es lo interesante. Y, sobre todo, si has dejado de disfrutar, de sentirte mejor, más relajada, más llena, tras terminar un post, es momento de reflexionar. Quizá sólo sea cansancio, o quizá has caído en la trampa de la que os hablaba antes (rutina, auto-obligaciones, etc)
Parece de Perogrullo lo que estoy diciendo, pero creo que todas hemos caído en esa dinámica alguna vez, si no con el blog, con el trabajo, la familia, la rutina doméstica, las relaciones personales...y cuanto más entras en eso, más te enredas, porque peleas por salir de la red, y te estrangulas sola, cuando el truco es pararse y respirar. Es extrapolable a cualquier área de vuestra vida.
De cara al nuevo curso, me gustaría seguir mis propios consejos y escucharme más, darle un enfoque diferente a algunas presentaciones, hablar un poquito más con vosotras a través de post de este estilo, y a parar, si lo considero oportuno, cuando lo necesite, si es que lo necesito (os avisaré a través del blog) Flexibilidad, que se llama. Menos "obligación" y más disfrute (obligación que no me impone nadie, que soy yo solita, oiga)
También quiero incluir algunos temas que, aunque no sean de belleza, nos tocan de cerca, y creo que pueden resultar interesantes; y, por supuesto, seguir presentando novedades, reviews, trucos, looks, y todo lo que vaya surgiendo y me motive, a mi ritmo, sea de 5 publicaciones a la semana, o sea de 3.
Y, sobre todo, si durante el proceso hay cambios, os mantendré informadas.
De momento, mi intención es la de retomar 5 publicaciones a la semana, pero aún necesito unos días, y me encuentro muy cómoda con 3 publicaciones alternas que he llevado en agosto, así que me voy a tomar la licencia de seguir publicando lunes, miércoles y viernes durante las dos primeras semanas de septiembre, y después, si no pasa nada, volver a publicar de lunes a viernes.
De todos los cambios, os iré informando a través del blog. Suscribíos por el medio que más os guste para no perderos nada (GFC, G+, e-mail, Bloglovin',...)
Sobre los contenidos, bueno, hay un poco de todo, os invito a descubrirlo, y a acompañrme en esta nueva etapa.
¿Qué te ha traído a ti el verano?¿Sueles escucharte, o te resulta fácil perderte en la rutina?¿Te gusta este tipo de post más cercanos?¿Qué ideas traes de cara al nuevo curso, potinguera?