Ya os he comentado en alguna ocasión que las creaciones de Issey Miyake me suelen agradar mucho, y me gusta estar atenta a sus lanzamientos de edición limitada de verano porque son las que más encajan conmigo.
Curiosamente, estos perfumes suelen lanzarse en marzo-abril y alguna vez me he quedado con las ganas de hacerme con ellas por esperarme a verano. En Notino podemos encontrarlas con bastante premura en su sección de perfumes.
Este año os quiero presentar la versión tanto masculina como femenina de las fragancias que ha diseñado la firma Issey Miyake, y cuyos envases ha decorado con motivos vegetales y frescos de algas marinas Kevin Lucbert.
En este caso, se trata de variaciones de las ediciones de verano de mujer de 1993 y de 1994 de hombre de la misma firma, ambas desarrolladas por los perfumistas Dora Baghriche, Daphné Bugey, y Marie Salamagne.
Tiene un puntito clásico, pero sin caer en lo viejuno.
La salida es cítrica y marina, con aqualTM, bergamota calabresa, y nerolí. El corazón de la fragancia contiene notas de flor de naranjo, tintura de rosas, y frangipani, que le da un toquecito dulce y cálido. El fondo que sostiene todo es de madera flotante, leche de coco, y almizcle, que le aporta un toque tropical, cálido, pero ligero.
La duración no es de las más longevas, como suele suceder con las fragancias de verano, pero es reconocible, no invasiva, envolvente, y con un toque sensual y acogedor muy agradable.
La verdad es que creo que es una fragancia ideal para los días de calor, sobre todo en climas tan cálidos y húmedos como el que solemos tener en Alicante en pleno verano.
Llama la atención que el formato sea más grande y plano, muy cuadrado.
La fragancia abre con notas de bergamota, cítricos y aqualTM. Como corazón encontramos una mezcla de albahaca y jazmín, algo bastante clásico en perfumería si nos vamos a los orígenes (en el Antiguo Egipto era bastante frecuente que los hombres se perfumaran con jazmín y las mujeres con sándalo)
De fondo tenemos notas amaderadas y verdes de pino, abeto, y ciprés, que le da un punto fresco y cálido al mismo tiempo, muy sólido, y que destaca, curiosamente, el toque salado del aqualTM.
La permanencia es más longeva que en el caso de la fragancia anterior, quizá por tener maderas más resinosas, que soportan mejor el paso de las horas.
Es herbal, amaderada, e infunde energía. Puede ser ideal para diario o para cualquier otra ocasión.
Ambas combinan muy bien, tienen notas comunes y crean una armonía muy interesante. Me parece un buen punto si queremos compartir fragancia con nuestra pareja, pero sin llevar el mismo olor.
¿Qué os parecen estos EDT?¿Sois fans de las fragancias de Issey Miyake?¿Os llaman la atención, potingueras?