¡Hola, potingueras!
Hoy voy a hablaros un poquito sobre las novedades de verano que lanzó Rimmel London para pestañas y labios, y que a mi me llegaron a través del Regalo de Cumpleaños de Gadirroja.
Por una parte, tenemos la Wake Me Up Mascara, una máscara de pestañas de color negro que contiene extracto de pepino en su fórmula.
Esta particularidad le confiere un curioso olor. No es molesto, pero prefiero que las máscaras de pestañas no vengan perfumadas.
Según la firma, contiene vitaminas para nutrir la pestaña, y les aporta curvatura, elevación, volumen, y longitud.
Su cepillo es curioso. Tiene una punta cónica, y es parecido a un ocho, pero con la cabeza más fina. Llegas fácilmente a todas las pestañas, y no te manchas demasiado con ella.
Es una máscara ligera, cómoda, que no deja las pestañas tiesas, no descascarilla, y no se emborrona. Se desmaquilla bien, y es muy fácil de trabajar incluso capa sobre capa.
Sin embargo, a mi se me queda bastante corta en cuanto al tema de volumen.
Mis pestañas, que no son ninguna maravilla, pasan de ser invisibles a estar ahí, pero nada más. Me deja un efecto demasiado natural para lo que busco.
Me abre el ojo, me peina las pestañas, me las oscurece, pero volumen no consigo. Al menos, no el que yo quiero.
No sé si, según se vaya secando, le sacaré más lustre. De momento, la utilizo para esos días en los que, pese a que no voy apenas maquillada, me gusta darme un toque en las pestañas; por lo menos, para que no parezca que tenga los ojos calvos.
Con respecto a los labios, nos encontramos con 3 tonos de los nuevos labiales Provocalips de Rimmel London.
Se trata de un producto labial de aplicación en dos fase: una de color, y una transparente fijadora, que asegura dicho color durante 16 horas.
Primero aplicamos el color con el aplicador de esponjilla, que tiene un tamaño y forma ideales para esto; dejamos pasar un minutito, más o menos -nos aplicamos el colorete mientras, por ejemplo-, y luego nos damos una capita del gel transparente fijador de la fase dos.
En el tiempo en que la fase 1 se asienta, es normal notar algo de incomodidad en el labio. Se vuelve pegajoso. Con la fase 2, esa sensación desaparece, siendo sustituida por la de llevar un gloss. Es algo viscosa.
Según la marca, es un producto a prueba de besos, de transferencia, mantiene un color intenso todo el tiempo que lo llevemos puesto, no reseca los labios, ni deja sensación tirante en ellos, y es fácil eliminarlos de la piel con un producto oleoso o bifásico.
Es imposible no compararlos con los Astor Perfect Stay 16- Hour Transfer Proof Lip Color de los que os hablé en este post; y, a mi parecer, salen ganado los de Astor. Por matices, pero lo hacen.
Para empezar, la textura de los de Rimmel London me parece más gruesa que los de Astor, y no queda tan uniforme sobre la piel del labio. Esto se nota más en los tonos más claros.
Los de Rimmel London tienen un acabado más brillante gracias al gel, que, a su vez, nos da la sensación de llevar un gloss puesto el tiempo que dura. Cuando esa sensación desaparece, sí se nota algo de tirantez en el labio.
Sin embargo, los de Astor no tienen esa viscosidad, no notas los labios maquillados más que un par de minutos cuando te acabas de aplicar el labial, y no resecan ni son molestos en ningún momento.
Por otra parte, los de Rimmel London, cuando bebes agua, por ejemplo, al secarte, sí notas que se queda algo de color en la servilleta. Con los de Astor esto no sucede.
Además, cuando comes, pese a que en ambos casos la zona central pierde algo de color, los de Rimmel London acumulan el producto en el centro del labio, dejando un efecto feo. Los de Astor, simplemente, desaparece el color donde roza el alimento oleoso y punto. No se acumula.
Finalmente, con el paso de las horas, el de Rimmel London pierde intensidad de color, se va volviendo más mate y más claro. Los de Astor no. Los de Astor se quedan con el mismo color que tenían al aplicarlos; al menos, durante el mismo tramo de horas en que el color desaparece de los de Rimmel London, que empiezan a difuminarse a partir de las 4 horas, más o menos.
Los de Rimmel London cuestan unos 6€, y los deAstor unos 12€. Los de Rimmel London tienen colores muy, muy, parecidos a los de Astor, pero no son exactamente iguales.
En base a esto, ya podéis decidir cuál os interesa más compraros.
Los tonos que tengo yo de Provocalips de Rimmel London son:
110 Dare To Pink, rosa pastel muy suave que no me sienta bien.
310 Little Minx, un rosa fucsia intenso, con subtono azulado, precioso y femenino que me encanta.
730 Make Your Move, un marrón de base rojiza que queda mucho más favorecedor de lo que parece que va a ser en principio.
No puedo decir que no me gusten los Provocalips de Rimel London, pero prefiero los Astor Perfect Stay 16- Hour Transfer Proof Lip Color.
¿A vosotras cuáles os gustan más?¿Los habéis probado, potingueras?
Hoy voy a hablaros un poquito sobre las novedades de verano que lanzó Rimmel London para pestañas y labios, y que a mi me llegaron a través del Regalo de Cumpleaños de Gadirroja.
Por una parte, tenemos la Wake Me Up Mascara, una máscara de pestañas de color negro que contiene extracto de pepino en su fórmula.
Esta particularidad le confiere un curioso olor. No es molesto, pero prefiero que las máscaras de pestañas no vengan perfumadas.
Según la firma, contiene vitaminas para nutrir la pestaña, y les aporta curvatura, elevación, volumen, y longitud.
Su cepillo es curioso. Tiene una punta cónica, y es parecido a un ocho, pero con la cabeza más fina. Llegas fácilmente a todas las pestañas, y no te manchas demasiado con ella.
Es una máscara ligera, cómoda, que no deja las pestañas tiesas, no descascarilla, y no se emborrona. Se desmaquilla bien, y es muy fácil de trabajar incluso capa sobre capa.
Sin embargo, a mi se me queda bastante corta en cuanto al tema de volumen.
Mis pestañas, que no son ninguna maravilla, pasan de ser invisibles a estar ahí, pero nada más. Me deja un efecto demasiado natural para lo que busco.
Me abre el ojo, me peina las pestañas, me las oscurece, pero volumen no consigo. Al menos, no el que yo quiero.
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Las dos primeras sin producto, las dos últimas con Wake Me Up Mascara |
No sé si, según se vaya secando, le sacaré más lustre. De momento, la utilizo para esos días en los que, pese a que no voy apenas maquillada, me gusta darme un toque en las pestañas; por lo menos, para que no parezca que tenga los ojos calvos.
Con respecto a los labios, nos encontramos con 3 tonos de los nuevos labiales Provocalips de Rimmel London.
Se trata de un producto labial de aplicación en dos fase: una de color, y una transparente fijadora, que asegura dicho color durante 16 horas.
Primero aplicamos el color con el aplicador de esponjilla, que tiene un tamaño y forma ideales para esto; dejamos pasar un minutito, más o menos -nos aplicamos el colorete mientras, por ejemplo-, y luego nos damos una capita del gel transparente fijador de la fase dos.
En el tiempo en que la fase 1 se asienta, es normal notar algo de incomodidad en el labio. Se vuelve pegajoso. Con la fase 2, esa sensación desaparece, siendo sustituida por la de llevar un gloss. Es algo viscosa.
Según la marca, es un producto a prueba de besos, de transferencia, mantiene un color intenso todo el tiempo que lo llevemos puesto, no reseca los labios, ni deja sensación tirante en ellos, y es fácil eliminarlos de la piel con un producto oleoso o bifásico.
Es imposible no compararlos con los Astor Perfect Stay 16- Hour Transfer Proof Lip Color de los que os hablé en este post; y, a mi parecer, salen ganado los de Astor. Por matices, pero lo hacen.
Para empezar, la textura de los de Rimmel London me parece más gruesa que los de Astor, y no queda tan uniforme sobre la piel del labio. Esto se nota más en los tonos más claros.
Los de Rimmel London tienen un acabado más brillante gracias al gel, que, a su vez, nos da la sensación de llevar un gloss puesto el tiempo que dura. Cuando esa sensación desaparece, sí se nota algo de tirantez en el labio.
Sin embargo, los de Astor no tienen esa viscosidad, no notas los labios maquillados más que un par de minutos cuando te acabas de aplicar el labial, y no resecan ni son molestos en ningún momento.
Por otra parte, los de Rimmel London, cuando bebes agua, por ejemplo, al secarte, sí notas que se queda algo de color en la servilleta. Con los de Astor esto no sucede.
Además, cuando comes, pese a que en ambos casos la zona central pierde algo de color, los de Rimmel London acumulan el producto en el centro del labio, dejando un efecto feo. Los de Astor, simplemente, desaparece el color donde roza el alimento oleoso y punto. No se acumula.
Finalmente, con el paso de las horas, el de Rimmel London pierde intensidad de color, se va volviendo más mate y más claro. Los de Astor no. Los de Astor se quedan con el mismo color que tenían al aplicarlos; al menos, durante el mismo tramo de horas en que el color desaparece de los de Rimmel London, que empiezan a difuminarse a partir de las 4 horas, más o menos.
Los de Rimmel London cuestan unos 6€, y los deAstor unos 12€. Los de Rimmel London tienen colores muy, muy, parecidos a los de Astor, pero no son exactamente iguales.
En base a esto, ya podéis decidir cuál os interesa más compraros.
Los tonos que tengo yo de Provocalips de Rimmel London son:
110 Dare To Pink, rosa pastel muy suave que no me sienta bien.
310 Little Minx, un rosa fucsia intenso, con subtono azulado, precioso y femenino que me encanta.
730 Make Your Move, un marrón de base rojiza que queda mucho más favorecedor de lo que parece que va a ser en principio.
No puedo decir que no me gusten los Provocalips de Rimel London, pero prefiero los Astor Perfect Stay 16- Hour Transfer Proof Lip Color.
¿A vosotras cuáles os gustan más?¿Los habéis probado, potingueras?