Hoy venimos con dos temas interesantes: el disfrute veraniego, y cómo podemos ayudar a una causa solidaria sin que nos cueste un céntimo más ese disfrute.
Como cada verano The Body Shop ha lanzado una atractiva propuesta en forma de Edición Limitada de productos corporales llamada Piñita Colada.
El nombre en sí ya se hace simpático y tentador, y sigue la línea marcada desde el año pasado con nombres de cócteles populares (Virgin Mojito, si recordáis), pero, en mi opinión, Piñita Colada va a triunfar mucho más.
¿Sabías que, tradicionamente, los indios del Caribe ponían coronas de piñas fuera de sus casas como símbolo de amor? Yo tampoco, pero es curioso.
La piña es el leiv motiv de este verano, muchas marcas se han lanzado con esta fruta como protagonista de sus colecciones de verano, y hasta en la ropa la encontramos, adornando con simpáticos diseños nuestras prendas.
Piñita Colada mezcla coco recolectado a mano en las Antillas del Caribe, y jugosas piñas recogidas artesanalmente en Santo Domingo para conseguir una fragancia fresca, recién exprimida, y prestársela a tu piel, de forma que, al percibir ese olor, una sonrisa se asome en tu rostro. Y lo consigue.
La línea está compuesta por 4 productos:
- Exfoliante Corporal en Crema Piñita Colada, con coco rallado (250 ml/ 17€)
- Manteca Corporal Piñita Colada, de la que os hablaré ahora (200 ml/ 16,50€)
- Gel de Ducha Piñita Colada, que promete una refrescante espuma (250 ml/ 7€)
- Body Sorbet Piñita Colada, con su especial textura, y del que también os diré cosas en un momento (250 ml/12€)
Esta forma de proceder se incluye en la macrocampaña solidaria por el medio ambiente que está llevando a cabo The Body Shop bajo el lema Enrich Not Exploit (it's in our hands)
Este aceite de soja es rico en ácidos grasos esenciales, algo muy interesante de cara a pieles maduras y muy secas.
Tiene una textura cremosa, y un olor casi lechoso a una mezcla de piña y coco tan rico que dan ganas de pedir una cuchara y comérsela como si fuera un yogur (no lo hagáis, no es comestible, por apetecible que sea)
Generalmente, he notado que las mantecas corporales de The Body Shop de verano tienen una textura cremosa, pero no compacta, como algunas de las de invierno, lo que hace que sea más fácil extenderlas, y que se aasienten sin dejar rastro graso en la piel, que no se noten cargantes con el calor, y que sea reconfortante aplicártelas tras un día de playa o piscina para recuperar la piel de los daños solares, la sal, el cloro, la deshidratación, etc.
Además, le he notado cierto toque que parece avainillado, pero no es esa vainilla sintética y potente, sino como si fuera una vaina de vainilla natural, muy suave, y me gusta, porque la vainilla demasiado intensa me empalaga y me da dolor de cabeza.
Hidrata muy bien la piel, y aporta nutrición. Ambas funciones están bastante compensadas en esta manteca corporal.
Tiene un tacto algo extraño, porque está compuesto por microesferas de gel que se van deshaciendo sobre la piel mediante masaje, aportando una sensación refrescante a su paso, y dejando la piel muy hidratada.
El Body Sorbet está pensado para poderlo dejar en el refrigerador y aplicarlo en frío en los días más calurosos, pero yo suelo hacerlo a temperatura ambiente, y también se nota algo de refresco.
Es un producto más delicado que las cremas corporales habituales por esta peculiar textura, así que os recomiendo no almacenarlos. Su caducidad es de 12 meses, y suele cumplirse, así que hacéos con él cuando vayáis a utilizarlo. El verano es su mejor momento, sin duda.
También deja su estela sobre la piel, pero es mucho más sutil y, en mi caso, desaparece pronto. El olor de la manteca se queda conmigo más tiempo.
Al principio del post os hablaba de una parte solidaria, y aquí está.
Bajo este simpático lema, se esconde una causa importante, salvar la selva de la región de Khe Nuoc Trang, en Vietnam, donde viven Reggie y otros animalitos que ven amenazado su hábitat, y su propia vida. Es un tema muy serio.
The Body Shop, en colaboración con la ONG World Land Trust, está recuperando este año 75 millones de metros cuadrados de corredores ecológicos de bosques tropicales, para conectar especies amenazadas, permitiendo la biodiversidad, y una vida ecosostenible en las comunidades locales.
Parece un área grande, pero, en realidad, se necesita mucho más. Aún así, es una encomiable labor, muy ambiciosa y todas podemos ayudar.
Es tan sencillo como regalarte a tí misma cualquier producto de The Body Shop porque, con cada compra(compra, no cada producto, ojo) que realizemos este verano en esta firma, se recuperará un metro de selva.
Diréis que un metro es poca cosa, "grano no hace granero, pero ayuda al compañero", dice el refranero español. Todas las compras cuentan, y entre todas podemos conseguir esta misión que también se engloba en la campaña Enrich Not Exploit, It's In Our Hands.
#enrichnotexploit
¿Qué os parece la nueva colección Piñita Colada de The Body Shop?¿Ayudamos a Reggie este verano, potingueras?