¡Hola, potingueras!
Hoy no vamos a hablar de potingues, sino de lectura.
Realmente no sé con seguridad quién inició la corriente del Pasalibro, sospecho de La Tía Maruja. Leed aquí, y veréis por qué; pero me parece una buena forma de establecer o recuperar un hábito tan sano como la lectura, y, además, compartir impresiones y captar nuevas ideas sobre qué leer.
Consiste en coger el rosco de Pasapalabra, insertar una foto que te represente en el centro (con el Paint se hace en un momento), e ir tachando las letras del libro que corresponda; bien marcándolas en rojo y verde (rojo si no te gusta, verde si sí), bien tachando con una diagonal o una X.
Podéis encontrar el rosco limpito en San Google o en el blog de La Tía Maruja (gracias, maja), y las normas también
Aunque no sé lo que tardaré en completar el rosco, ni si lo conseguiré, y que voy leyendo lo que me va apeteciendo sin fijarme en la letra de turno -ahora no es un problema, pero cuando lleve unas cuantas lecturas, ya veremos-, me he decidido con este reto-juego, y os animo a vosotras a hacerlo también.
Se supone que este rosco tiene que completarse en un año. Yo comencé con un libro que tenía ya casi leído el 4 de agosto. Me pareció una buena forma de comenzar, aunque técnicamente su lectura fuera muy anterior, pero, como le he cogido a muchos trompicones, no sabría decir cuándo lo empecé. Y, si pudiera, quizá me daría vergüenza haber tardado tanto.
No me enrollo más y vamos con las dos primeras letras:
Con la A: Auel, Jean M., El Clan Del Oso Cavernario:
Ayla, una niña Cromañón de 5 años, se queda sola al perecer su tribu tras un terremoto. A punto de morir por el ataque de un león, es rescatada por Iza, la curandera de una tribu Neandertal que la adoptará como hija propia y le enseñará, no sólo el uso de plantas y ungüentos, sino a sobrevivir a las costumbres de esta tribu tan arcaica y tan rígida que le hará sufrir, y mucho, en más de una ocasión.
La tribu la ve extraña, fea, dueña de un lenguaje desconocido, y rebelde por hacer cosas que no corresponden a las mujeres, como cazar.
Con la D, De Bernières, Louis: La Hija Del Partisano:
Conoce a Roza, una mujer que le confunde y le fascina desde el primer instante, más que por su físico, por el misterio que emana. Y ya no podrá desengancharse de ella.
No es una historia de amor típica. Es un amor basado en la escucha, el respeto, la compañía, la amistad, y una profunda comprensión y conexión mutua. No es algo físico y pasional, pese a lo que pudiera parecer el comienzo.
Hoy no vamos a hablar de potingues, sino de lectura.
Realmente no sé con seguridad quién inició la corriente del Pasalibro, sospecho de La Tía Maruja. Leed aquí, y veréis por qué; pero me parece una buena forma de establecer o recuperar un hábito tan sano como la lectura, y, además, compartir impresiones y captar nuevas ideas sobre qué leer.
Consiste en coger el rosco de Pasapalabra, insertar una foto que te represente en el centro (con el Paint se hace en un momento), e ir tachando las letras del libro que corresponda; bien marcándolas en rojo y verde (rojo si no te gusta, verde si sí), bien tachando con una diagonal o una X.
Podéis encontrar el rosco limpito en San Google o en el blog de La Tía Maruja (gracias, maja), y las normas también
Aunque no sé lo que tardaré en completar el rosco, ni si lo conseguiré, y que voy leyendo lo que me va apeteciendo sin fijarme en la letra de turno -ahora no es un problema, pero cuando lleve unas cuantas lecturas, ya veremos-, me he decidido con este reto-juego, y os animo a vosotras a hacerlo también.
Se supone que este rosco tiene que completarse en un año. Yo comencé con un libro que tenía ya casi leído el 4 de agosto. Me pareció una buena forma de comenzar, aunque técnicamente su lectura fuera muy anterior, pero, como le he cogido a muchos trompicones, no sabría decir cuándo lo empecé. Y, si pudiera, quizá me daría vergüenza haber tardado tanto.
No me enrollo más y vamos con las dos primeras letras:
Con la A: Auel, Jean M., El Clan Del Oso Cavernario:
Ayla, una niña Cromañón de 5 años, se queda sola al perecer su tribu tras un terremoto. A punto de morir por el ataque de un león, es rescatada por Iza, la curandera de una tribu Neandertal que la adoptará como hija propia y le enseñará, no sólo el uso de plantas y ungüentos, sino a sobrevivir a las costumbres de esta tribu tan arcaica y tan rígida que le hará sufrir, y mucho, en más de una ocasión.