¡Hola, potingueras!
Hace tiempo que quería sacar este post, pero, por unas cosas o por otras, se iba quedando atrás. Sin embargo, creo que es de justicia que lo que os voy a mostrar hoy vea la luz, ya que se trata de unas sombras que me gustan mucho, y a las que todas tenéis fácil acceso.
Se trata de las Sombras 24Ore Velvet de Deborah Milano en formato mono.
Son sombras de efecto y tacto terciopelo, larga duración, y aplicables tanto en seco como en húmedo. Si elegimos la segunda opción, el color se torna más vibrante, y el efecto metalizado de las que sean de este tipo se intensifica.
Se presentan en una cajita tipo concha con tapa transparente abombada y cierre de presión con click de seguridad. No tienen espejo, pero sí contienen un aplicador pequeñito de esponjilla.
La forma es como la de un lago (a mí me lo recuerda) y eso hace que, si las depotamos, tengamos que buscar un lugar específico para ellas. Lo que menos me gusta es la extraña forma de su carcasa. Entre que es abombada, y triangu-circular, dificultan el almacenaje y ocupan más espacio del que sería recomendable.
Lo que sí me gusta de ellas es su tacto, ultra suave y casi cremoso en muchas de ellas (casi todas), su pigmentación bastante alta, y sus acabados. También me gusta que contengan 5 gramos de producto, y que su precio oscile entre los 4€ y los 9€, dependiendo de dónde las compremos, y si son de colección o no, si hay promoción, o no.
Hoy os voy a mostrar las que tengo ahora mismo conmigo, aunque ha habido otras que han pasado por mi vida y por mi casa, pero, o se han ido a un hogar donde les daban más amor, o se me cayeron y rompieron de tal modo que fue imposible recuperarlas.
Una sombra que considero básica en cualquier colección de maquillaje es una que tenga un color marrón chocolate con cierto reflejo dorado. Esto lo cumple la 05, aunque ese dorado es tremendamente sutil.
Tiene acabado satinado suave, una pigmentación brutal, y se trabaja sin problema.
La sombra número 14me parece muy especial. Tiene un color difícil de definir, un oliva kaki claro, de base casi mate, y micropartículas doradas que son tan difíciles de apreciar a veces, como de que se caigan por toda la cara (es una ventaja)
Se agarra muy bien a la piel, tanto, que en arrastre se cansa pronto, pero permite hacer unos looks muy bonitos.
La 16 tiene un color azul noche precioso,. Es de efecto metalizado. En transferencia, a veces cuesta que pigmente todo lo que puede dar de sí, pero es muy intensa, y, con el pincel, queda perfecta.
De esta sombra he regalado ni sé la de unidades, porque me encanta. Creo que todas mis amigas tienen una.
La sombra 17 es muy especial también. se trata de un azul pastel muy bonita. Quizá sea la más traslúcida de esta tanda, y la que menos pigmente, al menos, en transferencia, pero queda monísima, y, con pincelito, se agarra muy bien.
Es ese azul cielo claro que tan de moda está este año.
La sombra número 18 os va a enamorar. Tiene un color verde agua-pavo real- turquesa precioso, con efecto metalizado, reflejo turquesa, y una pigmentación brutal.
La necesitáis.
La 19 es de esas sombras que no llaman la atención en el stand, pero que, si la pruebas, te la llevas. Tiene un color dorado latón apagado precioso y elegante, de efecto metalizado-perlado, y con una pigmentación más que buena.
Es de esas sombras que tienes que tener, y punto.
La sombra 22 tiene un color verde bosque muy bonito. Es de acabado metalizado. Sin embargo, le cuesta pigmentar algo más que a las demás, al menos, en transferencia. Esto suele suceder con las de este tipo, pero, sobre párpado, y con pincel, rinden bien.
Aún así, os aconsejo usarla en mojado, y me contáis.
Finalmente, la sombra 76 es la de más reciente adquisición. Salió en el blog como parte de una colección de otoño, y es la que peor se comporta de todas las que os enseño hoy. ¿Será por ser tan exclusiva que está malcriada?
Tiene un color verde marino precioso, y un acabado casi metálico muy seductor. Sin embargo, también cojea en cuanto a pigmentación; sobre todo, en transferencia. Sobre el párpado se comporta mejor, pero es de las más sequitas que tengo de Deborah Milano.
Todos los swatches están realizados sin prebase, con transferencia dedo-brazo, para que podáis ver cómo se comportan verdaderamente estas sombras.
Creo que las todas están en el lineal fijo, incluso la de colección, pero puede que me equivoque. Aún así, si hay alguna que os interesa, preguntad directamente por ella en tienda, que lo mismo hay suerte.
También os recomiendo probar las paletas de sombras The Secret Of The Smokey Eye. Yo tengo la Nude, la de Morados, y la de Verdes, y me fascinan sus sombras. Tienen una textura y una pigmentación difíciles de igualar.
¿Qué os ha poarecido mi colección de sombras 24Ore Velvet Deborah Milano?¿Cuál os gusta más?¿Tenéis alguna?¿Cuál debería incluir en mi colección, potingueras?
Hace tiempo que quería sacar este post, pero, por unas cosas o por otras, se iba quedando atrás. Sin embargo, creo que es de justicia que lo que os voy a mostrar hoy vea la luz, ya que se trata de unas sombras que me gustan mucho, y a las que todas tenéis fácil acceso.
Se trata de las Sombras 24Ore Velvet de Deborah Milano en formato mono.
Son sombras de efecto y tacto terciopelo, larga duración, y aplicables tanto en seco como en húmedo. Si elegimos la segunda opción, el color se torna más vibrante, y el efecto metalizado de las que sean de este tipo se intensifica.
Se presentan en una cajita tipo concha con tapa transparente abombada y cierre de presión con click de seguridad. No tienen espejo, pero sí contienen un aplicador pequeñito de esponjilla.
La forma es como la de un lago (a mí me lo recuerda) y eso hace que, si las depotamos, tengamos que buscar un lugar específico para ellas. Lo que menos me gusta es la extraña forma de su carcasa. Entre que es abombada, y triangu-circular, dificultan el almacenaje y ocupan más espacio del que sería recomendable.
Lo que sí me gusta de ellas es su tacto, ultra suave y casi cremoso en muchas de ellas (casi todas), su pigmentación bastante alta, y sus acabados. También me gusta que contengan 5 gramos de producto, y que su precio oscile entre los 4€ y los 9€, dependiendo de dónde las compremos, y si son de colección o no, si hay promoción, o no.
Hoy os voy a mostrar las que tengo ahora mismo conmigo, aunque ha habido otras que han pasado por mi vida y por mi casa, pero, o se han ido a un hogar donde les daban más amor, o se me cayeron y rompieron de tal modo que fue imposible recuperarlas.
Una sombra que considero básica en cualquier colección de maquillaje es una que tenga un color marrón chocolate con cierto reflejo dorado. Esto lo cumple la 05, aunque ese dorado es tremendamente sutil.
Tiene acabado satinado suave, una pigmentación brutal, y se trabaja sin problema.
La sombra número 14me parece muy especial. Tiene un color difícil de definir, un oliva kaki claro, de base casi mate, y micropartículas doradas que son tan difíciles de apreciar a veces, como de que se caigan por toda la cara (es una ventaja)
Se agarra muy bien a la piel, tanto, que en arrastre se cansa pronto, pero permite hacer unos looks muy bonitos.
La 16 tiene un color azul noche precioso,. Es de efecto metalizado. En transferencia, a veces cuesta que pigmente todo lo que puede dar de sí, pero es muy intensa, y, con el pincel, queda perfecta.
De esta sombra he regalado ni sé la de unidades, porque me encanta. Creo que todas mis amigas tienen una.
La sombra 17 es muy especial también. se trata de un azul pastel muy bonita. Quizá sea la más traslúcida de esta tanda, y la que menos pigmente, al menos, en transferencia, pero queda monísima, y, con pincelito, se agarra muy bien.
Es ese azul cielo claro que tan de moda está este año.
La sombra número 18 os va a enamorar. Tiene un color verde agua-pavo real- turquesa precioso, con efecto metalizado, reflejo turquesa, y una pigmentación brutal.
La necesitáis.
La 19 es de esas sombras que no llaman la atención en el stand, pero que, si la pruebas, te la llevas. Tiene un color dorado latón apagado precioso y elegante, de efecto metalizado-perlado, y con una pigmentación más que buena.
Es de esas sombras que tienes que tener, y punto.
La sombra 22 tiene un color verde bosque muy bonito. Es de acabado metalizado. Sin embargo, le cuesta pigmentar algo más que a las demás, al menos, en transferencia. Esto suele suceder con las de este tipo, pero, sobre párpado, y con pincel, rinden bien.
Aún así, os aconsejo usarla en mojado, y me contáis.
Finalmente, la sombra 76 es la de más reciente adquisición. Salió en el blog como parte de una colección de otoño, y es la que peor se comporta de todas las que os enseño hoy. ¿Será por ser tan exclusiva que está malcriada?
Tiene un color verde marino precioso, y un acabado casi metálico muy seductor. Sin embargo, también cojea en cuanto a pigmentación; sobre todo, en transferencia. Sobre el párpado se comporta mejor, pero es de las más sequitas que tengo de Deborah Milano.
Todos los swatches están realizados sin prebase, con transferencia dedo-brazo, para que podáis ver cómo se comportan verdaderamente estas sombras.
Creo que las todas están en el lineal fijo, incluso la de colección, pero puede que me equivoque. Aún así, si hay alguna que os interesa, preguntad directamente por ella en tienda, que lo mismo hay suerte.
También os recomiendo probar las paletas de sombras The Secret Of The Smokey Eye. Yo tengo la Nude, la de Morados, y la de Verdes, y me fascinan sus sombras. Tienen una textura y una pigmentación difíciles de igualar.
¿Qué os ha poarecido mi colección de sombras 24Ore Velvet Deborah Milano?¿Cuál os gusta más?¿Tenéis alguna?¿Cuál debería incluir en mi colección, potingueras?