Ya hace más de un mes que me llegó un paquetito sorpresa de parte de mi estimada Adaldrida.
Esta "Hobbit Pija", como ella se define en su blog, pero que a mí me parece que es una persona muy especial con alma de hada poetisa (se necesita mucha poesía en esta vida, nos iría mejor), decidió que era el momento de enviarme unos detallitos y sacarme una sonrisa.
Desde ya os digo que, si no la conocéis, estáis tardando en visitar su blog. Tiene una forma muy particular de describir su relación con el maquillaje, y de invitarnos a compartir parte de su mundo, sencillo, pero envolvente.
"Lo cotidiano deslumbra", nos suele decir, y yo también lo creo. Te atrapa con dulzura.
El envío lo conformaron 4 cositas (5, si contamos la polvera):
- 1 libretita rosa alargada, muy mona, y que se agenció mi madre para las listas de la compra nada más verla (si ella es feliz con una libreta, ¿quién soy yo para negársela?)
- Un precioso colorete de Nabla en su polverita.
- y dos labiales de la marca Kiss que presentó en su blog, y que a mí se me antojaron.
De la libreta, salvo el flechazo que os acabo de comentar, poco más os puedo decir: tapas rosa chicle, espiral, papel decente, y rigidez práctica.
Tiene un color muy bonito, intenso, sobre todo cuando lo aplicamos con pincel, que agarra y pigmenta mejor que con los dedos, y un tono rosa chicle de fresa con cierto toque aniñado, y muy favorecedor.
Pese a ser mate, no reseca, y se desliza y dfumina muy bien. Tiene un polvo fino que permite trabajarlo de forma gradual, de menos a más, para conseguir la intensidad deseada.
Tuvo el detalle de enviarme una de las polveritas que Nabla ha diseñado para contener estos coloretes de forma individual.
La mía pertenece a la gama de iluminadores y contornos, pero sólo se distingue de las de coloretes por ser más oscura. A nivel funcional, son exactamente iguales, y son todas muy monas.
Tiene un empaque sólido, compacto, de esos en los que puedes confiar en los viajes y desplazamientos. Contiene un espejo interior, cierre de click, y fondo imantado.
El godet se queda perfectamente encajado y quieto en la polvera, y sólo hay que volcarlo sobre la palma de la mano con un golpe seco para poderlo sacar.
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| Viene con las instrucciones para sacar el godet. |
Está genial para poder cambiar de colorete, iluminador, o contorno, en caso de elegir sólo una pieza para que nos acompañe.
Son labiales de acabado mate, pero no mate seco, no mate tiza, no mate rotulador. Mate cremoso que se va haciendo más mate con el paso del tiempo sobre el labio.
Tampoco son labiales fijos. Tienen buena duración, no tiñen, pero transfieren y se van con el roce. Si comes o bebes con ellos sobre el labio, tendrás que retocarte después, cosa que no supone ningún problema. Son muy cómodos, y yo no he notado que resequen especialmente.
El fallo que les encuentro es que les cuesta un poco deslizarse sobre el labio, pero, una vez hemos conseguido aplicar un poquito de producto, parece que se animan, y nos dejan trabajarlos sin demasiada dificultad.
Tampoco me gusta cómo está terminada la zona de aplicación del labial. Cuando ya los has utilizado un par de veces, se normaliza y su aplicación es más sencilla, pero, al principio, tiene unas angulaciones que no me convencen.
El envase es baratero, del estilo de los Megalast de Wet & Wild, con una banda igual al color de la barra de labios en la zona de la juntura. Lo bueno es que estos hacen click cuando los cierras del todo, así que me parecen más seguros que los mencionados anteriormente a la hora de echarlos en un neceser que vaya a moverse.
Me gustaría que el acabado fuera más uniforme y cubriente, Hay que trabajarlo un poco para que quede medianamente bien, y creo que tiene un potencial enorme en cuanto a color, pero que la calidad no se corresponde a su belleza.
También me gustaría que fuera más mate.
Aún así, no voy a renunciar a él, y seguiré probando truquillos, hasta encontrar cómo sacarle todo el partido que promete.
Pese a que en las fotos se ve más su matiz ciruela oscuro, sobre el labio, y con una piel de subtono amarillento como la mía, parece un marrón chocolate con subtono berenjena más que interesante, intrigante, y muy sexy. Yo le encuentro un rollo femme fatale oscura que me encanta.
Es más fácil de aplicar que el azul, y se consigue un resultado más uniforme, pero también hay que trabajarlo. Ambos, con un par de pasaditas, quedan bastante cubrientes.
Me ha parecido muy interesante probar estos labiales. Desconozco la marca, y su trayectoria, pero tengo esperanza en que sus formulaciones vayan mejorando, y eso sólo es posible si nosotras transmitimos impresiones honestas en base a nuestras experiencias, y ellos ponen de su parte en perfeccionar sus productos.
Aún con sus peguillas, me gustan estos labiales, y le agradezco mucho a Adaldrida su detalle, que siempre tiene un toque especial para crear obsequios personalizados y con mucho gusto.
¿Qué os parecen estos regalitos?¿Conocíais a Adaldrida?¿Habéis probado algún colorete de Nabla?¿Qué labial os gusta más, potingueras?