¡Hola, potingueras!
A principios de verano, dando una vuelta por BodyBell, me topé con unas mascarillas de la marca PureTree que parecían interesantes. No conozco mucho la marca, pero parece ser que es coreana.
Estaban a un precio de 1,50€, y son de tipo careta.
Como en verano es cuando más utilizo este tipo de mascarillas, porque me resulta más refrescante, y en invierno, no sólo no apetece esa sensación, sino que me puede irritar de más la piel, me decidí a comprarme 3 de ellas.
La idea que transmite el fabricante sobre estas mascarillas es que es un producto creado para personas con muchas prisas, pero que quiere cuidarse la piel en su casa.
A mi esto me choca bastante, porque el tiempo de exposición de las mascarillas es de 20 a 30 minutos. No es como las mascarillas flash de 3 minutos de Yves Rocher, por ejemplo. Aún así, me parece una forma perfecta de relajarse mientras ves un par de vídeos en youtube, o medio capítulo de alguna serie que te guste.
Las mascarillas son de rayón 100%, y resultan muy agradables al tacto. No son especialmente suaves, pero tampoco resultan ásperas.
Vienen muy bien impregnadas, pero no chorrean, y son bastante fáciles de desplegar sin romperse, y de ajustarse al rostro.
Todas ellas están planteadas para un solo uso, pero, si las quieres reaprovechar, ya es cosa tuya.
Me gusta el detalle de que te indican la fecha de caducidad.
La de Frambuesa promete ser reafirmante e iluminadora.
Tiene un olor agradable, frutal con un toque cítrico.
Al retirarla, la piel se nota algo pegajosa. Esa sensación va pasando con el tiempo, según se va asimilando.
La piel queda hidratada, uniforme, y relativamente luminosa, porque la piel aparece mate, aunque no seca.
No es una mascarilla super hidratante. No es lo que necesita una piel seca o deshidratada, pero, para darte un pequeño extra y relajarte, no está mal como prueba, pero no creo que repita con ella.
La de Perla me ha encantado.
No es especialmente hidratante tampoco, pero su función iluminadora la cumple. Promete ser nutritiva, pero no puedo deciros mucho al respecto. Creo que, en ese sentido, las mascarillas de este estilo, o, al menos, de esta marca, son bastate flojitas.
Tiene un olor que me encanta, fresco, suave, ligeramente floral, muy relajante. Huele a salón de belleza.
Mientras la tienes puesta, notas cómo el producto va siendo absorbido por tu piel, cómo va desapareciendo de la mascarilla por zonas. Esto, en la de frambuesa, no lo he notado.
Al retirarla, la piel está, efectivamente, más luminosa, sin brillos, sin sensación pegajosa o grasa, y elástica, aunque un poquito de crema hidratante no está de más. Al menos, en mi caso.
Con esta, aunque no sea una super mascarilla, sí que repetiría como mascarilla flash.
Por último, la mascarilla de Colágeno es otra firme candidata a repetir con ella.
Es una mascarilla con un olor suave y fresco, con notas marinas y florales algo algodonadas. Está muy impregnada y su función es la de hidratar y reafirmar la piel.
Me gusta la sensación sobre la piel, es como si tuviera más cuerpo que el resto, y no se deshidrata tanto como la mascarilla de perla, por ejemplo. Aún así, es muy efectiva, y rehidrata la piel muy bien. Tanto, que no necesitas aplicar cremas a posteriori. En ese sentido, es más intensiva que las otras dos mascarillas que os muestro en este post.
La piel queda hidratada, acolchada, relajada, con cuerpo, muy elástica, y algo más firme que antes de aplicártela, así que cumple con lo que pregona.
Según la retiras, la piel está algo pegajosa, pero esa sensación va pasando según se va evaporando el poco líquido que se queda en el rostro. De todas maneras, es algo que he notado con diferentes productos que contienen colágeno, así que no me parece extraño.
No deja brillos ni sensación grasa, pero sí una piel luminosa y fresca, con muy buen aspecto.
Aparte de para recuperar la hidratación, también la usaría como mascarilla flash pre-evento.
En general, mi impresión sobre las mascarillas PureTree que he probado es bastante buena.
No son mascarillas muy intensivas, pero sí las encuentro interesantes. Unas me gustan más que otras, pero eso es normal. La piel manda.
Por el precio que tienen, me animaré a probar alguna más, y a repetir con la de perla y la de colágeno.
¿Qué os han parecido estas mascarillas? ¿Las conocíais? ¿Me recomendáis alguna mascarilla de PureTree en especial, potingueras?
A principios de verano, dando una vuelta por BodyBell, me topé con unas mascarillas de la marca PureTree que parecían interesantes. No conozco mucho la marca, pero parece ser que es coreana.
Estaban a un precio de 1,50€, y son de tipo careta.
Como en verano es cuando más utilizo este tipo de mascarillas, porque me resulta más refrescante, y en invierno, no sólo no apetece esa sensación, sino que me puede irritar de más la piel, me decidí a comprarme 3 de ellas.
La idea que transmite el fabricante sobre estas mascarillas es que es un producto creado para personas con muchas prisas, pero que quiere cuidarse la piel en su casa.
A mi esto me choca bastante, porque el tiempo de exposición de las mascarillas es de 20 a 30 minutos. No es como las mascarillas flash de 3 minutos de Yves Rocher, por ejemplo. Aún así, me parece una forma perfecta de relajarse mientras ves un par de vídeos en youtube, o medio capítulo de alguna serie que te guste.
Las mascarillas son de rayón 100%, y resultan muy agradables al tacto. No son especialmente suaves, pero tampoco resultan ásperas.
Vienen muy bien impregnadas, pero no chorrean, y son bastante fáciles de desplegar sin romperse, y de ajustarse al rostro.
Todas ellas están planteadas para un solo uso, pero, si las quieres reaprovechar, ya es cosa tuya.
Me gusta el detalle de que te indican la fecha de caducidad.
La de Frambuesa promete ser reafirmante e iluminadora.
Tiene un olor agradable, frutal con un toque cítrico.
Al retirarla, la piel se nota algo pegajosa. Esa sensación va pasando con el tiempo, según se va asimilando.
La piel queda hidratada, uniforme, y relativamente luminosa, porque la piel aparece mate, aunque no seca.
No es una mascarilla super hidratante. No es lo que necesita una piel seca o deshidratada, pero, para darte un pequeño extra y relajarte, no está mal como prueba, pero no creo que repita con ella.
La de Perla me ha encantado.
No es especialmente hidratante tampoco, pero su función iluminadora la cumple. Promete ser nutritiva, pero no puedo deciros mucho al respecto. Creo que, en ese sentido, las mascarillas de este estilo, o, al menos, de esta marca, son bastate flojitas.
Tiene un olor que me encanta, fresco, suave, ligeramente floral, muy relajante. Huele a salón de belleza.
Mientras la tienes puesta, notas cómo el producto va siendo absorbido por tu piel, cómo va desapareciendo de la mascarilla por zonas. Esto, en la de frambuesa, no lo he notado.
Al retirarla, la piel está, efectivamente, más luminosa, sin brillos, sin sensación pegajosa o grasa, y elástica, aunque un poquito de crema hidratante no está de más. Al menos, en mi caso.
Con esta, aunque no sea una super mascarilla, sí que repetiría como mascarilla flash.
Por último, la mascarilla de Colágeno es otra firme candidata a repetir con ella.
Es una mascarilla con un olor suave y fresco, con notas marinas y florales algo algodonadas. Está muy impregnada y su función es la de hidratar y reafirmar la piel.
Me gusta la sensación sobre la piel, es como si tuviera más cuerpo que el resto, y no se deshidrata tanto como la mascarilla de perla, por ejemplo. Aún así, es muy efectiva, y rehidrata la piel muy bien. Tanto, que no necesitas aplicar cremas a posteriori. En ese sentido, es más intensiva que las otras dos mascarillas que os muestro en este post.
La piel queda hidratada, acolchada, relajada, con cuerpo, muy elástica, y algo más firme que antes de aplicártela, así que cumple con lo que pregona.
Según la retiras, la piel está algo pegajosa, pero esa sensación va pasando según se va evaporando el poco líquido que se queda en el rostro. De todas maneras, es algo que he notado con diferentes productos que contienen colágeno, así que no me parece extraño.
No deja brillos ni sensación grasa, pero sí una piel luminosa y fresca, con muy buen aspecto.
Aparte de para recuperar la hidratación, también la usaría como mascarilla flash pre-evento.
En general, mi impresión sobre las mascarillas PureTree que he probado es bastante buena.
No son mascarillas muy intensivas, pero sí las encuentro interesantes. Unas me gustan más que otras, pero eso es normal. La piel manda.
Por el precio que tienen, me animaré a probar alguna más, y a repetir con la de perla y la de colágeno.
¿Qué os han parecido estas mascarillas? ¿Las conocíais? ¿Me recomendáis alguna mascarilla de PureTree en especial, potingueras?