Hoy vengo a hablaros de un par de productos de La Chinata que, aunque han llegado hace poco a mi vida, y a mi baño, me han fascinado desde el primer minuto.
Cuando el mensajero llama a mi puerta y le veo aparecer con una caja de La Chinata, tengo que contenerme para no empezar a dar botecitos y palmas como una cría pequeña en la mañana de Reyes. Sí, lo confieso, es una marca que me tiene ganada hace tiempo por varias razones:
-Es española(no tengo nada contra las que no lo son, pero hay que promocionar el producto nacional),
- tiene un amplio catálogo de productos que sigue creciendo día a día,
- sus productos son asequibles para cualquier bolsillo medio, sus formulaciones son respetuosas con las pieles sensibles (todavía no he encontrado ninguno que me haya dado reacción, y sí varios que me la calman), y, hasta donde yo sé, no testan en animales,
- no son pretenciosos en nomenclatura, diseños, o, incluso, promoción publicitaria,
- es fácil acceder a sus productos, bien visitando una tienda física, donde se os va a antojar de todo, incluídos productos de su gama de alimentación gourmet; bien a través de su tienda online. Descubre tu tienda La Chinata más cercana desde aquí.
Os he hablado en varias ocasiones de esta marca y de muchos de sus productos; algunos de ellos, básicos para mi en mi rutina habitual que repongo una y otra vez, y casi siempre acabo recomendando que probéis el producto del que os hablo (casi siempre, no todo me gusta, ni lo que me gusta lo hace en el mismo grado, seamos realistas), y hoy...hoy va a caer una de "lo necesitas".
Ambos son aceites, pero cada uno tiene una función.
Por un lado, tenemos el Aceite Gel de Baño de Higo para disfrutar de nuestra ducha, aún cuando vayamos con prisas.
Está enriquecido con:
- Aceite de oliva virgen extra (como todos los productos de La Chinata), potente antioxidante. Repara la sequedad de la piel, y equilibra su función barrera. Contiene nutrientes que proporcionan una hidratación intensiva a la piel, y evitan su envejecimiento prematuro.
- Aceite de higo, estimulador de colágeno que refuerza la capacidad de retención hidrolipídica cutánea. Es hidratante, emoliente, y antiaging. Funciona de forma parecida al ácido hialurónico en cuanto a la retención de agua.
- Aceite de soja como componente afín a pieles sensibles o irritadas.
- Romero como retardante de la oxidación cutánea, y estimulador de la regeneración de la piel.
Simplemente tenemos que aplicar este gel aceite ligero sobra la piel, masajear hasta conseguir una fina espuma, y aclarar la piel, disfrutando de un magnífico olor a higo verde mientras el producto nos acompaña, y algo más ligero una vez hemos salido de la ducha, y hemos secado nuestra piel.
Lo encuentro ideal para los días en que vas con prisas y no te da tiempo a aplicarte una hidratante corporal, pero no quieres renunciar ni al disfrute en la ducha, ni a hidratación en tu piel.
Tiene una textura fluida y ligera. No tiñe la piel pese a ese color violeta tan fascinante, y cunde mucho.
Además, el dispensador del envase es muy cómodo, y tiene cierre de seguridad.
Contiene 250 ml, y cuesta 6,60€.
El segundo producto puede complementar, o no, al anterior. Y digo "o no", porque el primero ya hidrata, pero quizá necesites algo más porque tu piel sea más seca, y te puede venir muy bien para reforzar la hidratación y la presencia del perfume de higo en tu piel; y porque, aunque uses otros geles, puedes terminar tu rutina corporal con este aceite hidratante, tanto en seco, como en mojado.
Se trata de un body spray de textura ligera, que combina dos de los aceites más hidratantes que se utilizan en cosmética tradicionalmente, y que no deja rastro ni tacto oleoso.
Yo probé este aceite nada más sacarlo de la caja -por si se enfría, ya sabes-, y me dejó el dorso de las manos nuevo en un santiamén. Cumple con lo que promete.
También contiene Natura-Tec Pantisil, un derivado del aceite de oliva, de textura muy ligera, que aporta brillo y suavidad a la piel. Se asienta de forma muy rápida, y da elasticidad a la piel.
Yo lo que hago es, una vez terminada la ducha, elimino el exceso de agua sobre la piel con una toalla, símplemente, arrompándome con ella. No me seco a fondo. Luego voy vaporizando el aceite seco de higo con una pulsación por zona, para evitar excesos (siempre se puede aplicar más después si hace falta): piernas, muslos, abdomen-tórax, y brazos. Luego lo reparto casi sin rozar la piel, sin apretarla, por toda la superficie de la piel, y, finalmente, vuelvo a colocarme la toalla, y presiono por encima para eliminar restos.
Debo decir que a mi me hidrata la piel, y que se mantiene todo el día. Muchas veces, cuando uso aceites, el efecto me dura sólo unas horas, y me toca reaplicar en seco, pero no es el caso.
Por supuesto, tanto si habéis usado el aceite en spray post-ducha, como si no, lo podéis aplicar en cualquier momento del día en que notéis la piel tirante.
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| Una pulsación, la textura es muy ligera. |
Personalmente, me han encantado los dos productos, y creo que, si sois amantes de estas texturas en aceite, deberíais darles una oportunidad a la de ya.
¿Qué os parecen estos nuevos productos corporales?¿Os gustan los productos de La Chinata?¿Y el olor a higo verde?¿Os animaréis a probarlos, potingueras?